Monday, July 25, 2011

Krutwig y la Cuestión Vasca


F. Krutwig “La Cuestión Vasca” (1966, libro inédito)

“Hemos visto que en los Estados burgueses de Europa occidental se da contenido jurídico a la noción de nación y nacionalidad, de forma que el primero viene a significar “conjunto de seres que viven en un Estado” y nacionalidad equivale a ciudadanía. En cambio en la terminología socialista nación es un concepto cultural, por el que se entiende un conjunto de personas ligadas por una serie de factores étnicos. (…)

Por etnia se entiende en Europa occidental un grupo humano que está caracterizado por un origen común y que tiene una lengua propia. Como en Europa occidental el triunfo de la burguesía de ciertas etnias (opresoras) es anterior al de Europa central u oriental vemos que las etnias opresoras han llegado a desnacionalizar en parte a las etnias oprimidas o frustradas. Esto no obsta para que la parte de la etnia que desconoce su lengua nacional, considere a esta lengua -que estos miembros ignoran-, ser la verdadera lengua propia. En este sentido, vemos que la alienación lingüística ha avanzado con el desarrollo de la burguesía, pero que justamente el deseo de una “re-nacionalización” (…). Para un pueblo nacionalmente oprimido, es imposible entrever otra posibilidad de liberación social que la que vaya unida a la liberación-nacional (…).

No hay duda que en nuestro caso la inclusión de Vasconia en los límites del Estado español o del Estado francés es evidentemente una violación del pueblo vasco, es un escarnio a la democracia, un insulto de los sagrados derechos de la humana criatura.

(…) Los hijos de las naciones opresoras tienen la maldita costumbre de condenar las justas reclamaciones de los pueblos oprimidos. Para ellos la única nación que tiene derechos dignos de ser respetados es la nación grande, la nación opresora. Lenin en cambio recuerda a los miembros de las naciones grandes su deber internacionalista, no sólo de respetar los derechos de los pueblos oprimidos, sino de compensar con una benévola tolerancia hasta los excesos.

Frente a esta justa posición de Lenin, ¡cómo destaca la posición chovinista del partido comunista (revisionista) español! Este es más españolista que la propia falange. Resulta que en el Estado español, la nación dominante, está durante siglos practicando una política de genocidio, de embrutecimiento nacional de catalanes, gallegos y vascos, aplicando, como todo imperialista, el principio de “divide y vencerás”… y los “comunistas” españoles siguen con la misma táctica. Los imperialistas españoles dividen a Vasconia, no ya solamente las dos mitades en que una frontera sobre el Pirineo corta a Vasconia en dos partes, sino que aun a cada lado. Así al Sur de los Pirineos, históricamente dividían a Vasconia en “Reino de Navarra” y “Provincias Vascongadas”, por no contar los territorios étnicamente vascos que fueron roídos a la unidad vasca. A los territorios de nacionalidad (etnia) catalana, los dividen en Principado de Cataluña, en Reino de Valencia y en Mallorca… y los comunistas, ignorando el principio de las comunidades, continúan con esa subdivisión imperialista hispana. Para ello evidentemente aducirán que en Valencia hay muchos que se dicen no-catalanes, olvidándose que este sentimiento antinacional de los propios nacionales es, únicamente, el producto de la política alienatoria, que desaparece con el primer despertar de los pueblos sojuzgados contra la alienación.

En el País Vasco, nos aducirán que “Navarra no votó el estatuto”, como si el Estatuto ha sido el hecho que determinase la existencia de la nación vasca o su autodeterminación, cuando el llamado “estatuto vasco-navarro” estuvo viciado por componendas de la política reaccionaria. De la Rioja, que pidió ser incluida en tal estatuto… en cambio ¡ni palabra!. Tampoco está delimitada la unidad nacional vasca por las fronteras de las provincias Vascongadas y Navarra, ya que muchos territorios limítrofes se consideran vascos. Pero de todo esto nada saben los social-demócratas imperialistas, ni los revisionistas. Ellos son, ante todo, hijos de la nación opresora… o alógenos alienados, desnacionalizados, que se han pasado de cuerpo y alma a la nación opresora (…)”.

¿Y qué hemos de ver nosotros en ese proletariado español que sigue los pasos de su burguesía y castas feudales? -¿de quién es la culpa sino de aquellos partidos que se dicen representar al proletariado? ¿Qué cuentos son ésos con que nos vienen ahora los comunistas revisionistas con que “autonomía” o “conciertos económicos”? El proletariado vasco no busca privilegios en el Estado español, busca únicamente igualdad de derechos, quiere su derecho de separación y hacer uso de ese derecho. No queremos autonomías, no queremos “estatutos”… queremos independencia, queremos ser dueños de nosotros mismos y acabar para siempre con el colonialismo en nuestra tierra.

En su conocido libro “Vasconia” (1962), dejó escrito Federico Krutwig:

“La idea de nacionalismo, tal y como nos es hoy familiar, nace con la Revolución francesa. Esta despertó el sentimiento de patria. No se quiere decir, ni mucho menos, que los pueblos no tuviesen anteriormente conciencia de su personalidad. Anteriormente, la conciencia nacional de los pueblos, no era una fuerza activa, no representaba ningún sentimiento dinámico. En realidad, sería más exacto decir que con la Revolución Francesa nace la dinámica nacional
Quien quiera que lea la historia de los vascos, verá que éstos han tenido en todo momento conciencia de formar un pueblo diferente”.

“La fórmula “zazpiak-bat” es un símbolo de un falso planteamiento del problema vasco y habla de estrechez mental (…) Desde el punto de vista nacional no se puede hablar de vascos y de gascones como de dos pueblos, sino más bien de la misma nación con dos idiomas. (…) En realidad se puede decir que todo el País Vasco ha sido parte integrante de la corona Navarra (…) Además de estos territorios correspondían al reino de Pamplona vastos territorios” y nombra Alto Aragón (al norte del Ebro desde Noguera Ribagorzana), Alto Ebro (Merindades), La Bureba, La Rioja, así mismo territorios del Moncayo con Tarazona y pide:

“La reinstauración de la Navarra histórica, desde el Garona a la cabecera del Duero, desde Santander hasta la Maladeta (Benasque, Huesca)”.

“Un movimiento nacionalista vasco sobre bases étnicas tendrá que reclamar, desde el punto de vista histórico, el restablecimiento de una Euskadi que incorpore la vieja Navarra y el Ducado de Vasconia (...) No cabe duda de que históricamente considerando, el futuro Estado libre vasco deberá comprender al sur de los Pirineos y al norte los territorios que correspondieron a la corona Navarra y Ducado de Vasconia (…) soberanías que en su origen son las mismas”.

“La República francesa usurpadora de la soberanía de Gascuña y Navarra, no puede alegar en justicia otro título que el de la fuerza bruta hecha mayor.
Por ello, la obtención del derecho de restauración del ducado de Vasconia será un hecho de armas…puesto que el detentador de la soberanía vascona no cederá a otras razones que las de fuego, los derechos pisoteados del pueblo vasco”

“Todo buen vizcaíno, guipuzcoano, riojano etc. que se diga nacionalista debería sentirse navarro y desear la restauración de ese estado en forma de República Vasca. (…) Es muy de lamentar que esta visión que seguramente nos hubiera llevado hace tiempo a la independencia vasca, siguiese en París un Gobierno diciendo defender un Estatuto ridículo, obtenido de un Gobierno republicano que sólo lo concedió a última hora y porque no tenía otra posibilidad ante la anarquía y el desorden que reinaban en el territorio español después de la sublevación militar del general Franco” (…) “En lugar de platear el problema vasco claramente sobre la necesidad del establecimiento de una República Vasca, que englobe a los territorios de Navarra y del ducado de Vasconia, se sigue defendiendo un estatutillo por política de poca categoría”.


Tuesday, May 24, 2011

Colonialismo y subordinación en Nabarra (9)

El nuevo opio del pueblo
Alots Gezuraga (Marte)


Escribió un insigne alemán que “la religión es el opio del pueblo”, hoy no es así, al menos no lo es mayoritariamente. Hoy, el lugar de la religión, lo han ocupado los partidos políticos y las elecciones. El pueblo ha quedado adormilado por algo a lo que han llamado pomposamente “democracia de partidos o partitocracia” y descansa su poder en el sueño de los justos. En este modelo de gobernación, no hay problema que no se pueda resolver “dialogando hasta el amanecer” o “seduciendo al contrario”, siempre y cuando se renuncie previamente a la violencia, en realidad se refieren a la “violencia armada” de los pueblos sometidos, pues un Estado sin violencia o la política sin violencia es como un bocadillo sin pan: algo imposible.

La cuestión es quién marca el campo y las reglas de juego. En democracia, todos los sujetos políticos deben de aceptar las reglas de juego previo paso a comenzar las elecciones. Es decir, para que el sistema no sea una imposición encubierta, los participantes deben de poder elegir participar o no, en caso de no ponerse de acuerdo, cada cual debe de poder seguir su camino, sería el derecho de autodeterminación de los pueblos equivalente al derecho de autodefensa de los individuos, es decir, es el primer derecho, un derecho inalienable, no discutible e inherente a todos los pueblos, su negación es sinónimo de totalitarismo, de falta de libertad, de inexistencia de democracia.

Cuando un pueblo participa en unas elecciones junto a otro pueblo el cual le niega el derecho de autodeterminación: está cavando su tumba. Sólo es cuestión de tiempo que el pueblo capaz de ejercer una mayor violencia o fuerza (el pueblo imperialista y/o su gobierno), termine exterminando al pueblo que intenta someter violentamente a su voluntad (el pueblo colonizado), pues esta situación de negación del derecho de autodeterminación de un pueblo a otro -o derecho de autodefensa-, sólo es posible cuando se da una invasión y un control militar imperialista previo.

En nuestro caso, el proyecto inconcluso de una España de españoles y no de naciones invadidas y sometidas a la corona común castellano-aragonesa, es un proyecto reciente en el tiempo pues sólo tiene dos siglos, pero, tras cobrarse sus primeras víctimas (como el pueblo andalusí o el aragonés), sigue como una apisonadora por encima del Derecho Internacional de la ONU, el cual, tras la sentencia del 15 de julio del 2010 de la Haya, no define el sujeto del derecho de autodeterminación más que cómo cualquier pueblo que se haga valer ante su equivalente imperialista, es decir, ante la violencia imperialista, todo pueblo tiene derecho a su autodefensa hoy y ahora.

Si lo aplicamos a nuestro pueblo, el pueblo baskón está sometido desde la invasión militar de nuestro Estado, Nabarra, al ejército español y francés, detrás del que se parapetan todos los “demócratas” españoles y franceses, pacifistas de boquilla y ejemplo de la violencia del hombre sobre el hombre (“homo homine lupus”).
El caso español es mejor ejemplo actual de un pueblo imperialista o de la rapiña a que el ser humano es capaz de someter a sus congéneres. Desde sus orígenes en las montañas asturianas, el imperialismo español nunca ha parado jamás de atacar a cualquier pueblo que pudiera someter, sus presas, nunca fueron liberadas más que por su propia fuerza –autodefensa/autodeterminación- mientras su poder o fuerza fue suficiente para salir de las fauces de los voraces “conejos”, etimología hermenéutica de la voz cartaginesa “hispano-español” (http://es.wikipedia.org/wiki/Hispania). Los baskones, tras ser conquistados en diferentes etapas, estamos siendo sometidos a una presión brutal, a veces más explícita - como durante la propia conquista, las diferentes guerras forales, alzamientos uninacionales y sus posteriores dictaduras- y otras camufladas tras nombres vacíos de su ser real, me refiero, claro está, a las “elecciones democráticas”.

Para que unas elecciones fueran democráticas en nuestras tierras, se necesitaría primero que los ejércitos imperialistas saliesen de nuestras tierras, pues en caso contrario, ¿qué podríamos decidir ante semejante amenaza militar?¿se puede “pactar” con alguien armado hasta los dientes con la palabra?. Lo segundo sería la creación de un gobierno provisional nacional que coordinase esas elecciones, quienes participan y en qué condiciones, y, finalmente, participarían en esas elecciones todos los nacionales y los inmigrantes que cumplieran las condiciones marcadas por ese gobierno provisional, como en cualquier elección democrática del mundo, ¿aceptarían los españoles que los franceses pusieran sus urnas, llenaran España de sus nacionales y dijesen que es un sistema democrático en el que todos tienen derecho a votar y que luego se sometería esa voluntad a la del “conjunto de franceses”? ¿Por qué debemos de aceptarlo nosotros?

Pero de hecho lo hacemos (al menos una mayoría), aceptamos con una naturalidad pasmosa que los conejos o españoles manden en nuestra tierra y de forma “pacífica” mediante el paripé electoral, en el cual nunca se va a decidir lo verdaderamente importante: la soberanía de nuestras tierras invadidas por ellos, la soberanía han decidido ellos, por la violencia de las armas, que es española-francesa (en todos los aspectos: económicos, religiosos, deportivos, administrativos, jurídicos etc. y por supuesto, en cualquier decisión política de relevancia).

Participar en una elecciones bajo el totalitarismo imperialista, sólo es explicable desde el opio electoral, desde ese espejismo de democracia con el que se viste el totalitarismo moderno en colaboración de los escogidos “misioneros” entre los naturales, aquellos que “nos convencen”, elección tras elección y a cambio de 30 euros el voto1 (pago a cobrar del imperialismo), que lo mejor es participar, pues en caso contrario, mandarían los imperialistas, auténtico dislate de argumento para una administración “autonómica” y municipal sin poder ejecutivo real (ni siquiera leyes económicas importantes) e incapaz siquiera de ejercer el antiguo “pase foral” o “derecho de sobrecarta”, una “autonomía” concedida por el rey que eligió y puso el anterior dictador.

El opio obnubila cada 4 años a nuestro pueblo, lo debilita, lo divide en partidos y subpartidos, lo desvía del objetivo primero y único para nuestro pueblo que es LA LIBERTAD, reconduciendo todas sus energías hacia objetivos menores, secundarios, alejados del camino a tomar: lo lleva hacia diferentes administraciones españolas-francesas, hacia diferentes estatutos o leyes concedidas que como vienen se van, en definitiva: reconducen nuestras fuerzas a ayudar al gobierno español-francés a controlar el territorio y al pueblo baskón.

No es que un Estado propio garantice la libertad, pero es un estadio necesario, pues sólo un Estado nacional garantiza la supervivencia de un pueblo, es el pueblo el que ejerciendo permanentemente su poder el que garantiza su libertad frente a su gobierno, que si es un gobierno nacido del propio pueblo, es el pueblo el único culpable de que sea o no democrático, pero cuando es un gobierno aupado por un ejército extranjero, entonces, siempre será un gobierno dictador del que el pueblo sojuzgado queda eximido de culpa, pues por muy moderno que sea el totalitarismo, en esencia y en la práctica, no se separa un milímetro de una dictadura.

La exigencia de nuestro pueblo hacia nuestro gobierno, ha de ser la de no participar en un modelo de Estado que no garantice nuestro derecho de autodeterminación, es decir, que ante una agresión del pueblo o gobierno español-francés, los baskones podamos defendernos, derecho de autodefensa o autodeterminación con las medidas de fuerza que equilibren de nuevo la balanza. Mientras ese equilibrio no sea posible, participar en unas elecciones donde sólo podemos perder o administrar lo que nos dejen, es políticamente un grave error y estratégicamente imperdonable como quedará demostrado en la historia de este país si es que sobrevive, es decir, si vuelve a tener su Estado y puede escribir su propia historia sin ingerencias imperialistas. Pero, si tenemos fuerza suficiente para defendernos de los imperialistas, ¿quién quiere seguir siendo su víctima?

Una pequeña porción del pueblo español ha salido a la calle en estas elecciones a pedir “verdadera democracia”, su fuerza es tan débil y tan precaria –física e ideológicamente-, ¡que el mismo gobierno le ha pedido el voto!: ni el pueblo español entiende lo que es la democracia (le pide a su gobierno y no se lo impone), ni su gobierno entiende que está para servir al pueblo y no para pedirle su voto y luego hacer lo que quiera (300 corruptos se han vuelto a presentar en estas elecciones), ni siquiera ha habido un político que se haya molestado en incorporar las peticiones de los acampados y concentrados a sus planes de gobierno, ¿para qué?, no se sienten obligados por el pueblo español, conejil y servil como es.

Alguien preguntará entonces qué proponemos, ya lo hemos dicho, crear un gobierno de concentración nacional que sea el que imponga las elecciones previas a liberar nuestro Estado, el cual se tendrá que organizar democráticamente según el derecho pirenaico, de abajo arriba, es decir, un gobierno al servicio de la libertad de su pueblo que lo sostiene y vigila permanentemente.

1 http://www.noticiasdenavarra.com/2011/05/11/especiales/elecciones-22-m/el-voto-da-el-poder-y-dinero

Tuesday, May 3, 2011

Práctica como contrapunto (2)

Otro modelo político es posible
Alots Gezuraga, Errigoiti (Nabarra)


La fábula de “La rana hervida”: “Si tomamos una rana y la introducimos en un caldero de agua hirviendo, ésta inmediatamente saltará huyendo del peligro. Pero si ponemos la rana en agua a temperatura ambiente, y no la asustamos, se quedará tranquila. Cuando la temperatura se eleva de 21 a 26 grados, la rana no hace nada, e incluso parece pasarlo bien. A medida que la temperatura aumenta, la rana está cada vez más aturdida, y finalmente no está en condiciones de salir de la olla, hasta que podría morir hervida sin que, ni siquiera, intentara salir.
Es muy fácil reaccionar cuando las personas se enfrentan a un cambio brusco (la realidad manda, impulsa, mueve…), pero si estamos en nuestra zona de confort, es común que se toleren las molestias para no tener que enfrentar la situación incómoda de cambiar y cuando se es consciente de los cambios que se han producido alrededor y se pretende actuar, en ocasiones puede ser demasiado tarde. La mayoría de la gente está hipnotizada sin saberlo: no sabe nada de sí misma, no sabe qué debe cambiar, no sabe cómo cambiar su situación de insatisfacción e infelicidad”.

Observando la capacidad de encajar con un simple encogimiento de hombros la situación económica y política actual por la que pasa nuestro pueblo, quisiera hacer una serie de reflexiones, las cuales podrían parecer una “Utopía” como la Tomás Moro o la búsqueda de un gobierno perfecto como en “La República” de Platón, si no fuera porque son algo que, en gran medida, han sido la base de nuestra historia política más reciente y pasada.

El modelo totalitario fascista-español, se actualizó sin cambiar nada esencial, incluso los dos modelos se llamaron igual: “democracia”, el primer modelo se llamó así mismo “democracia orgánica” y el actual se puede llamar “democracia de partidos o partitocracia”; los dos están a la misma distancia de la democracia o la soberanía del pueblo y ninguno de los dos es el “mejor modelo posible”, ni mucho menos, ni siquiera es un modelo exportable, en mi opinión, a una Nabarra libre.

Los partidos políticos no sirven más que para sus logros particulares, es más, no pueden representar al pueblo frente al Estado-gobierno como debería de ser su función, pues es el Estado el que les paga. La diferencia ideológica entre partidos es más teórica que real, y, en todo caso -la mayoría de las veces-, sin aplicación práctica de esas diferencias. Además, cuando parece que las hay, como la “ley del aborto” por ejemplo, en realidad no hacen más que representar una farsa, pues al llegar al gobierno, la supuesta “oposición” no cambia esa ley.

Estas reflexiones son perfectamente aplicables a los partidos posicionados para sacar votos de las naciones colonizadas pero con igual fin: participar en las instituciones imperialistas sin recato alguno, por tanto se convierten en agentes necesarios del imperialismo, el cual los maneja a su antojo: los “ilegaliza-legaliza-legaliza parcialmente” según sus propios intereses, siendo herramientas que usan para continuar su colonización y su objetivo irrenunciable: la exterminación del pueblo colonizado, nosotros. Los imperialistas los tienen tan controlados, los manejan tan fácilmente y los tienen mentalmente tan “hervidos”, que, incluso después de ilegalizarlos, siguen participando en las elecciones españoles en nuestras tierras pidiendo el voto nulo o en blanco: con lo que legitiman el resultado, las reglas de juego que les imponen y por tanto su propia ilegalización.

Pero la cuestión de la partitocracia va más allá del imperialismo que nos toca sufrir día a día: el modelo partitocrático crea clientelismo de mucha gente hacia los partidos y de una gran parte de la economía, es campo abonado para la corrupción y la falta de democracia. Todo poder político tiende al totalitarismo si carece de un control efectivo, del mismo modo que todo gobierno tiende a la corrupción si no tiene el contrapoder del pueblo, así, cuanto más corrupción hay en un Estado, es señal de una menor democracia en el mismo (o la falta de ésta), y, al contrario, un mayor control del pueblo al gobierno, redunda en un gobierno más eficiente en resolver los problemas del conjunto de la sociedad y en un modelo verdaderamente democrático.

La sociedad Nabarra, una vez libre del imperialismo, debería de tener una impronta propia partiendo de lo que ya consiguió en los más de mil años de libertad (desde la caída del Imperio Romano Occidental hasta 1610). Una sociedad nabarra libre futura, debería de tener al menos un esquema parecido al que se describe a continuación (mejorable entre todos):

El individualismo es un elemento de gran valor, pero el ciudadano aislado y/o desunido es pasto del gobernador de turno, ¡qué más quiere un gobernante para campar a sus anchas que no tener un control efectivo por parte del pueblo!¡qué más quiere un gobierno o el mundo empresarial que tener ciudadanos desunidos o unidos en partidos políticos y sindicatos que controlan a sus anchas!.

La sindicación debe de ser obligatoria pero sin ayudas gubernamentales, su mantenimiento saldría de la propia nómina del empleado sin que haya más que un sindicato; pero, a diferencia del “sindicato vertical fascista-español” por ejemplo, éste tipo de sindicato sólo dependería de las aportaciones de los trabajadores y sería un control eficaz al empresario y al gobierno de los intereses del trabajador. Este sindicalismo carece de personal en nómina, no requiere de aparato burocrático alguno, en realidad no es más que un montón de comités de empresa, sólo cabría un servicio de asesoramiento jurídico independiente que saldría de las cuotas pagadas y a nivel nacional, con sus ramificaciones provinciales o comarcales, aunque cabrían convocatorias conjuntas de manifestaciones o paros de forma espontánea si se tuviera la necesidad. El control de las medidas que el gobierno pueda tomar que no favorezcan a los trabajadores, se harían vía referéndum como veremos. No se puede defender al trabajador si al defensor lo paga el gobierno, que es a su vez parte interesada en el conflicto, muchas veces incluso como empresario (empresas estatales donde las hubiera). No existe, hoy por hoy, una “clase obrera” como existía en el siglo XIX en la época de Marx y Engels, sino un “pueblo trabajador”.

Un peso mínimo del gobierno-Estado en la economía sería otro factor a potenciar. Este nuevo modelo económico-social (político) debe de empezar por el mismo sector público: servicio público pero gestión privada de todos de los servicios, es decir: una asignación concursal y control de cuentas y de la gestión. Sanidad pública de gestión privada, Mutuas privadas del trabajo controladas por la administración pública, contratación mediante concurso de un gabinete de arquitectos para las obras públicas que se acometan por 4 años, ikastolas concertadas pero de gestión privada o económicamente independientes (cooperativas de padres) y donde el temario que se enseñe sea el que nos interesa como sociedad -incluyendo nuestra historia que ahora no se enseña- etc.

Esto significa un gran ahorro de impuestos al ser innecesaria la gran masa funcionarial, lo que supondría un gran aumento de la productividad nacional, además de que se ganaría en democracia: la masa funcionarial es dependiente del Estado y un gran lastre democrático al estar plegado a los intereses de sus superiores y dueños: el Estado-gobierno. Una masa funcionarial tan grande como la actual es innecesaria, la función de los políticos debe de ser meramente fiscalizadora de las partidas presupuestarias asignadas mediante concurso para la gestión privada de los servicios públicos, incluida la propia administración pública, para ello no se requieren de tantos funcionarios, al contrario, es conveniente su reducción a la mínima expresión.

Pero, la diferencia más sustancial, vendría de la participación efectiva del pueblo en el poder mediante el control de todo el sistema político estatal. El modelo político debería de prescindir del viejo y totalitario modelo de partidos políticos. Los partidos políticos nabarros no cabrían en su sentido tradicional como hemos dicho. El modelo sería una actualización del derecho pirenaico, así, de cada fuego o casa saldría un voto para que cada Comunidad de Vecinos tenga un representante -al igual que se hace hoy en día-, el cual acudiría a la Comunidad de Barrio o “Auzolan” de ciudad frente al tradicional “Auzolan” o Concejo de las zonas rurales que seguirían igual que en las zonas del agro nabarro donde perviven. Ésta es la base del sistema político nabarro. Para pasar al siguiente cargo, se requeriría siempre un mínimo acreditado de 5 años en el cargo inmediatamente anterior.

Entre los representantes de los Auzolanes saldría candidatos a alcalde de cada municipio, aplicando siempre el derecho pirenaico y por 5 años, siendo los elegidos sustituidos en su puesto en el Auzolan por otros (se haría igual en los diferentes niveles políticos). Sólo cabría repetir 2 veces en cada cargo a partir de alcalde. El alcalde nombraría a 5 ediles que trabajen con él, los cuales saldrían entre los candidatos de los diferentes Auzolanes: urbanismo, administración pública y tres para otros servicios: transporte-movilidad, sanidad y cultura-educación (o similares). Como hemos dicho, toda la gestión será la adjudicación de todas las obras y de todos los servicios públicos así como su posterior control, incluidos todos los trámites de un municipio.

Los alcaldes de cada ayuntamiento se reunirían en las Merindades o Cuadrillas (en Bizkaia había históricamente seis merindades, que eran: Arratia-Bedia, Busturia, Durango, Markina, Uribe y Zorroza, pero hoy por hoy cabría hacer otras). Los presidentes de las merindades (merinos) o de las Cuadrillas, configurarían las Juntas Provinciales, siendo las provincias o tenencias en función de las demarcaciones históricas, buscando las económica y socialmente más interesantes para el país, sin tener que coincidir con las actuales -fruto de la violencia imperialista-. Un ejemplo de las provincias (antiguas tenencias) de los que hablo, podría ser en el caso de Bizkaia: las Enkartaciones en su sentido amplio –todo el territorio al Occidente del río Nervión hasta Castro Urdiales y el Valle de Mena-, Bizkaia nuclear, Duranguesado hasta Eibar y la tenencia de Aitzorrotz (Alto Deba) junto con Aramaiona; todo ello buscando un mejor funcionamiento y un acercamiento de la administración al ciudadano.

Las funciones de las Juntas Provinciales serán las históricas de las Diputaciones Provinciales Forales, menos la recaudación de impuestos, donde habría un único organismo pero con representación provincial y con una escala progresiva de impuestos: se buscaría una gran clase media-alta de ciudadanos siguiendo el modelo escandinavo. Los miembros de Hacienda sí serían funcionarios, pero serían controlados por las Diputaciones Provinciales.

El Gobierno del Estado, saldrá de una votación donde participarán todos los que cumplan las condiciones de ser nacionales según la Constitución que nos demos el día después de ser de nuevo libres. A estas elecciones es inadmisible que se presenten partidos políticos, lobbies o similares, que sólo se representan a sí mismos y son incapaces de sobrevivir sin la financiación del Estado, por tanto, incapaces de representar al pueblo. Los candidatos saldrán, en una primera votación, al menos uno por cada provincia, por tanto, con una experiencia previa en un puesto similar y anterior en el escalafón jerárquico-político, pudiendo presentar su candidatura sólo durante dos elecciones. El Consejo de ministros lo conformarán 5 de los miembros de los Juntas Provinciales a elección del Presidente del Gobierno.

Las campañas electorales son sólo para la alcaldía y el gobierno de la nación y serían financiadas con dinero público, donde participarán todos los candidatos por igual y con el mismo tiempo en los medios de comunicación durante un máximo de 10 días.

El sueldo de los políticos a partir del Alcalde, debe de ir acorde con los siguientes parámetros: un fijo bajo y un variable muy alto según proyectos cumplidos (incluidos los prometidos en campaña). Una consultoría externa emitiría un informe del patrimonio de cada cargo antes y después de cada legislatura a partir del alcalde, y otro informe sobre las desviaciones entre los presupuestos-proyectos y satisfacción general sobre ellos de la ciudadanía. Esta consultoría sería siempre extranjera y mundialmente reconocida y por sólo por 5 años para evitar clientelismos-corrupción. Cada una de las administraciones intermedias: Auzolan, Ayuntamiento, Cuadrilla-Merindad y Junta Provincial, tendrán un presupuesto para sus necesidades en función de su población corregido con su extensión.

En paralelo, una Junta de ancianos o Batzarre, haría las funciones de un “gobierno de la República”, con sus mismas atribuciones, con la vigilancia de la marcha del país en base a la “costumbre” que en nuestro caso es sinónimo de igualdad ante la ley y democracia, así como la ayuda en la buena gobernación del país desde su experiencia. Este órgano se iría constituyendo con los diferentes Jefes de Estado hasta que cumplan los 75 años, pudiendo internamente nombrar a alguien, por el interés del país, miembro del mismo (pero que luego debería de ser aprobado por el pueblo en referéndum). Su lema será el de los Infanzones nabarros: “Pro libertate Patria, gens libera state”.

Se harán referéndums vinculantes al menos 3-5 veces al año mediante los mecanismos informáticos más actualizados posibles y sobre temas que decida el Batzarre y no el Gobierno de turno, pudiendo la ciudadanía realizar referéndums reuniendo las firmas de un 5% de la población en edad de votar o propuestas para nuevos miembros del Batzarre (cabría también poner una cifra, como 100.000 firmas).

El poder judicial sería totalmente independiente del legislativo y del ejecutivo, no cabría ningún tipo de nombramiento por parte de éstos.

Todo poder político se basa en el poder militar. Un Estado como el español, donde la soberanía descansa en el ejército (art. 8 de su Constitución), el cual responde a su vez ante el jefe de Estado, por definición, es imposible considerarlo una democracia o soberanía del pueblo. Quien controla el ejército es el soberano de un Estado o el que tiene “la última palabra”, por tanto el pueblo debe de controlar su ejército en una democracia.

Pensar que cuando consigamos la libertad los imperialistas no van a intentar invadirnos de nuevo, no es realista y va contra su propia naturaleza depredadora. Un ejército profesional en nuestro caso tiene dos problemas importantes: es demasiado caro si lo mantenemos en un número suficiente de efectivos para hacer frente al imperialismo (España tiene 130.00 soldados profesionales, Francia aún más) y si el pueblo no controla su ejército, éste puede volverse un arma del gobierno contra la voluntad del pueblo (una dictadura). Por tanto, un modelo con un pequeño ejército profesional económicamente sostenible por nuestro país, debe de estar acompañado de un pueblo armado como estuvimos siempre cuando se aplicaba el derecho pirenaico, un modelo como el que tiene actualmente Suiza, por ejemplo. La única insumisión que un nabarro puede y debe practicar es: al imperialismo.

Este modelo es extensible a todos los Estados baskones invadidos o libres en una “República de Estados pirenaicos libres”, todos ellos de base baskona y nabarra, a saber: Nabarra hasta Atapuerca, Bearn, Gascuña, Aragón y Andorra, los cuales pueden formar una República federal de países pirenaicos libremente adheridos, por tanto, rompible en cualquier momento y unilateralmente.

Todo lo aquí relatado, no es más que un intento de actualizar el modelo que ha existido en nuestro país durante los siglos que fuimos libres y después mientras pudimos defenderlo frente al modelo partitocrático-totalitario que nos impusieron los imperialistas franceses tras su revolución (s. XVII) y los españoles tras las sucesivas derrotas forales en el siglo XIX (salvo durante las diferentes dictaduras) y en el que nos van “hirviendo como a ranas”, es por tanto un modelo mejorable entre todos, pero es, ante todo, un modelo democrático para que el pueblo sea libre, incluso después de conseguir liberar nuestro Estado del yugo imperialista.
 

Sunday, March 13, 2011

Colonialismo y subordinación en Nabarra (8)


Corrupción y colonización mental
Joxe Iraurgi. Lekeitio, Nabarra

La libertad de expresión no tiene sentido si no hay libertad de pensamiento. Decir lo que se quiera no es libertad. Justificar el insulto y la calumnia como libertad de expresión es una falsedad. Es una cosa lamentable de una sociedad donde la corrupción no ha entrado solo en la economia, sino en la cabeza. Y es más peligrosa la corrupción mental que la económica.” Emilio Lledó. Filósofo y académico

Corrupción y colonización mental: Evidentemente al magnífico pensamiento del filósofo Emilio Lledó, le he añadido el término colonización mental, los nabarros llevamos el lastre del binomio “Corrupción mental y colonización mental. Ambos conceptos van unidos en paralelo, a partir de las conquistas genocidamente de nuestra patria por el imperialismo franco-espàñol-vaticanista no se pueden desligar estos dos términos del concepto general.

Un vivo exponente de la corrupción y colonización mental, es la aceptación a pies juntillas por parte de los líderes de los partidos y sindicatos llamados “abertzales” de todo el entramado institucional impuesto por el imperialismo.El provincialismo en forma de Zazpiak bat es aberrante, no solo divide que es su función básica, sino que produce auténticos reinos de Taifas, da por buena la farsa del sistema y participan en ella, a esto se le llama “FARSA Y ENGAÑO” al pueblo que dicen defender.

Los mal llamados líderes corruptos y colonizados mentalmente no poseen ningún referente, se les hace la boca agua predicando aquello que no sienten llegando a creerse sus propias mentiras, de esta forma van degenerando en vulgares mercenarios de la política, solo les preocupa el puesto y las poltronas haciendo de su profesión un “modus vivendi” muy lucrativo, y útimamente dentro de la ofensiva del imperialismo están apareciendo pseudo-intelectuales autóctonos colonizados que ejercen de colonizadores esta es una casta “verdaderos monstruos degenerados”

La corrupción y colonización mental se agudiza mucho más en cuanto llegan los periodos electorales, es el “CLIMAX” se pone en marcha la maquinaria circense recurriendo al pueblo al que no se cree, transmitiendo via márqueting una bateria de promesas que jamás se cumplen. Si en las metrópolis esto es una realidad, en Nabarra colonia de España y Francia es una aberración.

Aprovecho un párrafo del abogado y jurista Antonio Garcia Trevijano integrándolo en nuestra realidad:Los partidos que operan en la CFN y en CAV son una monstruosidad jurídica y política, un circuito cerrado de intereses. Que esto sea aceptado por los ciudadanos de ambas comunidades significa que los medios de comunicación y las universidades están al servicio de la oligarquía que controla el imperialismo. Los que votan están en servidumbre voluntaria a los partidos. Es un término de Étienne de la Boétie, amigo de Montaigne. Se refiere a que “tenemos tiranos porque los sostenemos.”

Si en España y Francia no existe democracia, como lo va a haber en su colonia de Nabarra, ¿Cómo va a existir si el sistema electoral prohíbe que la sociedad civil y los electores estén representados en el Parlamento? Ahí solo están los partidos y las listas las hacen los jefes de partido. El sistema ni siquiera es representativo y tendría que haber separación de poderes, que no la hay. Así que no existe democracia. Es un escándalo que se tolere que los partidos estén financiados por los dos Estados más absolutistas de Europa.

Conclusión: Esta monumental farsa es aceptada por todo el espectro de partidos y sindicatos llamados abertzales, así nos va, han pasado 34 años desde la implantación de la pseudo-democrcia y pasarán otros 50 años y seguiremos en las mismas, eso sí, más integrados en el entramado institucional del imperialismo franco-español-vaticanista. Si se quiere invertir la debacle y las hipotecas impuestas por el imperialismo franco-español-vaticanista, por imperativo patriótico el abertzalismo tiene que reconducirse tanto en los objetivos como en las estrategias y las tácticas.

NABARRA ES UNA COLONIA ESPAÑOLA Y FRANCESA

 


Tuesday, February 8, 2011

Colonialismo y subordinación en Nabarra (7)

La libertad, una necesidad vital del ser humano

Alots Gezuraga

“Quien busca en la libertad otra cosa que ella misma ha nacido para servir” Alexis de Tocqueville (s. XIX, Francia).

Tiene el ser humano varias necesidades vitales: respirar, dormir, beber, comer, eliminar desechos, reproducirse y la libertad. Sin respirar duramos con vida pocos minutos, pero cómo bien saben los militares americanos y los torturadores, sin dormir apenas duramos un par de días. También tenemos que beber para reponer los líquidos que el cuerpo humano necesita de cara a poder realizar sus funciones vitales, sin lo cual logramos vivir poco más de unos días. Son famosas en post de la libertad de su país, las huelgas de hambre de Mahoma Gandhi que casi le llevaron a la muerte tras varias semanas sin comer. Lo mismo ocurre si no eliminamos los desechos del cuerpo humano.

Las dos últimas, sin embargo, son necesidades vitales a nivel colectivo, pues está claro que si el conjunto de los seres humanos a lo largo de nuestra vida no nos reprodujésemos, al morir el último de nosotros, nos extinguiríamos de entre las especies animales. Hay incluso otra necesidad que podemos pasar generaciones sin satisfacerla, por lo que las primeras generaciones, aquellas que parecieron su conculcación, son más conscientes de su necesidad vital y luego se va disipando su intensidad generación tras generación: hablo de la libertad.

Esta necesidad es igual de importante que las anteriores, pues el pueblo que siempre obedece, igualmente, desaparece: “La historia es un cementerio de pueblos que o han optado por la sumisión o no han sabido encauzar estratégicamente su rebeldía” Joseba Ariznabarreta “Pueblo y Poder” (Pág.122, año 2007). Aunque es a nivel colectivo cuando la libertad se vuelve una necesidad de vida o muerte, sin embargo, incluso a nivel particular, toda persona nacida libre, no cambiaría su libertad por asegurarse cualquiera de las otras cuatro necesidades o las cuatro a la vez, prefiere seguir siendo libre, es más, en muchos países la pena máxima es la privación de por el resto de la vida del reo de la libertad y los esclavos que tenían griegos, romanos pero también ingleses, franceses o españoles, no tenían la consideración de seres humanos y se podía hacer con ellos cualquier cosa menos matarlos, pues eran mercancía valiosa.

En nuestro caso, tras el devenir de generaciones desde la invasión española-francesa con la connivencia del Vaticano, las ansias de libertad van rindiendo sus fuerzas ante el avance del colonialismo, sobre todo el colonialismo mental. Basta con saber nuestra historia y la de nuestro Estado para darse cuenta de la constante lucha interna de resistencia al totalitarismo de nuestro pueblo y descubrir su enorme espíritu democrático, incluso de nuestros gobernantes propios, sólo hay que hacer constar el lema de nuestro Jefe de Estado el rey Antso Garsea el de Nájera en 1052, cuando Europa se mecía en el feudalismo: ‘‘Honor a Dios y Libertad a la Patria’’. Pero el mejor resumen es la frase que los reyes de Nabarra escuchaban el día de su coronación: “Nos, que cada uno vale tanto como tú, y todos más que tú…”.

La lucha por la libertad y la democracia es una lucha del pueblo nabarro ante sus gobernantes propios como hicieron los Infazones Nabarros desde finales del siglo XII principios del XIII, y reflejado tempranamente en el derecho pirenaico, donde se registra el primer caso de “Habeas Corpus” que se conoce en la historia, pues ya aparece en el Fuero General de Navarra del año 1238 (Libro 2; Título I; Capítulo I), es decir, el derecho que tiene un detenido a ser llevado inmediatamente ante un juez que determine si su arresto ha sido o no arbitrario, anterior en mucho al aprobado por el parlamento inglés del año 1679, que es el que se toma como referencia de la antigüedad de esta figura judicial, hoy considerada básica como garante de derechos y libertades individuales de los ciudadanos.

Además, en Nabarra, el acusado tenía otra serie de derechos pirenaicos: una copia “de los dichos é disposiciones de los testigos con sus nombres”, poder presentarse en la cárcel que elija, prisión conforme a la calidad del delito o el que proclama que los acusados por una causa no pueden ser acusados por otra hasta que fueran absueltos o condenados por el que fueron llamados. No cabe duda de que muchos países actuales no han llegado a soñar siquiera estas libertades.

Nuestra libertad interna o democracia, hacía que no codiciáramos más que lo que era nuestro, por eso “no tenemos Imperio y así está bien. Lo nuestro es la libertad”, recordaba Joxe Azurmendi.

Pero esa lucha por la libertad o la democracia interna de nuestro Estado, fue brutalmente rota desde fuera por el imperialismo: “Nabarra fue el primer laboratorio de observación y aplicación del maquiavelismo” decía el doctor en historia Manex Goyhenetche en su libro “Historia General del País Vasco” (Edit. Ttartalo 2005). La libertad en la que vivía Nabarra en los siglos XVI-XVII molestaba a los integristas religiosos de su momento: España y Francia, los “reyes católicos” y “los reyes cristianísimos” según los títulos otorgados por el emperador del Vaticano.

El coetáneo Nicolás Maquiavelo en su libro “El príncipe” escribía sobre Fernando II de Aragón “el Falsario” y la invasión de Nabarra de 1512: “Para poder llevar a cabo empresas mayores, siempre sirviéndose de la religión, recurrió a una devota crueldad (…). El rey de España ha querido fortificarse en el reyno de Navarra, que ha conquistado y cuya posesión deseaba” (…) “Los españoles, por el contrario, ocultan y se llevan cuanto han hurtado, de tal suerte que no se vuelve a ver nunca nada de lo que han hurtado”.

Ya el propio Nicolás Maquiavelo advertía de la necesidad vital del hombre y de todo pueblo de ser libre: “Y quien se adueñe de una ciudad acostumbrada a ser libre y no la destruya, que se espere ser destruido por ella, porque el nombre de la libertad y de las antiguas instituciones siempre encuentra refugio en la rebelión, y ni el tiempo transcurrido ni los beneficios obtenidos pueden hacer que sean olvidadas”.

Si nos vamos a los últimos años de libertad de nuestro pueblo, la hija de Margarita la gran reina del renacimiento, Juana II de Nabarra (s.XVI), desde el inicio mostró simpatías por los protestantes hugonotes (calvinistas), abjuró de la religión católica y mandó escribir la primera Biblia en euskera desde esta tendencia cristiana. Este hecho provocó una lucha intestina que duró veinte años con los católicos habitantes de Zuberoa pertenecientes al vizcondado del Beárn, que se solventó con la libertad de culto proclamada por la reina. El ejército francés llegó invadir Baja Navarra en persecución de los hugonotes y la reina les tuvo que hacer frente vendiendo sus joyas para lograr mercenarios y mantener así la libertad del para entonces muy mermado reino nabarro.

Por tanto, la libertad de culto llegó a Nabarra 30 años antes del Edicto de Nantes de 1598, cuando el hijo de Juana accedió la corona francesa, lo que le supuso su muerte a manos de un sicario del Vaticano. La concentración de los humanistas de la época entorno a la Corte hará de Nabarra un referente necesario del Renacimiento y las libertades del ser humano a la altura de Italia, Renacimiento a lo “navarrista” según describe Jon Oria Oses en su libro “Navarra es una colonia española y francesa”. La inquina de los Estados poderosos del momento, hará que vean una herejía en esa libertad de culto, además de una nueva excusa para hacer desaparecer el pequeño reino pirenaico de Nabarra-Foix-Beárn, lo que quedaba de nuestro ducado de Baskonia y de su hija la Nabarra Osoa, por lo que mandaron asesinar a la propia reina Juana.

Para el que no vea los aires de libertad que en una fecha tan temprana suponía la libertad de culto y el Renacimiento navarrista, lo puede comparar con España, donde no se reconoció la libertad de culto hasta la Constitución de 1890 (más de 300 años después que en Nabarra), donde aparecía también por primera vez la libertad de prensa y de asociación, aunque fue algo muy efímero, pues 50 años después Manuel Azaña, a la sazón Presidente de la II República española (1931-1936), tenía que exclamar: “La libertad no hace felices a los hombres: los hace, sencillamente hombres”, pero no convenció a sus nacionales, y España volvió a 40 años de oscurantismo integrista y ultranacionalista.

El sentimiento libertador del pueblo vasco, pese a la ocupación militar española y francesa, se mantuvo con la lucha foral, la cual el gran General carlista Zumalakarregi (s.XIX) definió como “defender nuestra libertad que son los Fueros (…) nuestras cosechas, nuestros ganados, nuestras costumbres (…) nuestros derechos, nuestra religión y nuestro Dios”.

Ese aire libertador cruzó el océano donde encontró cabida en el pecho de Simón Bolívar, descendiente de vascos, el cual, cuando entró en contacto con Real Sociedad Vascongada de Amigos del País Vasco, aun luchaba por España y su imperio, al estar colonizado física y mentalmente. Simón Bolívar se santiguó ante el árbol de Gernika en 1801, símbolo de las libertades vascas, junto a su pariente Pedro Antonio Bolívar de Mungia, y conoció de primera mano el intento de la Juntas Generales de Gipuzkoa de crear un Estado independiente durante la Guerra de la Convención contra Francia en 1794. Ese aire descolonizador, llevó en 1813 a Bolívar a lanzar su segunda revolución con la que entró triunfante en Caracas, por la que se ganó el significativo título de “el Libertador”, concedido por el propio Ayuntamiento caraqueño. Poco después, en 1816, en la declaración de Independencia de Argentina, de 16 diputados 10 eran de origen vasco.

El político e historiador mexicano Lucas Alamán (1792-1853) en “Historia de México”, comenta que la mayoría de los conquistadores de América eran de Extremadura -de Badajoz y de Medellín-, y los que provocaron la caída del Imperio español fueron “de las provincias vascas”. Nuestros ancestros, imbuidos pese a todo en el derecho pirenaico y las ansias de libertad, coadyuvaron activamente a liberar los grandes territorios americanos colonizados por los españoles, pero 200 años después aún nos queda por descolonizar nuestro propio país.

El derecho de libertad, libre disposición o autodeterminación de todos los pueblos es el derecho de independencia unilateral, incondicional e inmediata frente al imperialismo, según la resolución del Tribunal de la Haya del 15 de julio del 2010 y ratificado en diciembre de ese año por la ONU.

“Pro libertate patria gens libera state; por la libertad de la patria, nabarros, no permitáis nunca que la llama de la libertad se extinga en el interior de una sola casa, de un solo pecho nabarro.” Manifiesto de Hondarribia, Orreaga Iritzi Taldea.

Orduan ez nekien zenbat galdu genuen
ene zahartzaro honetatik atzera begiratzean
andere eta ume hilen imajinak datorkit gogora,
pilatu eta barreiaturik troketan.
Oraindik ere izugarria da enetzat.
eta ohartzen naiz, lokatz odoleztatu haretan
beste zerbait ere hil zela, gero
ekaitzek estali zuten gauza bat:
herri baten ametsa amaitu zen han
nazioen zirkulua hautsi da,
eta lurrean galdu dira zatiak.
iadanik ez dago hazirik batere
eta hil eginen da gure arbola sakratua”
Orduan ez nekien zenbat” Black Elk, azken indio askea.

 

Wednesday, January 26, 2011

Colonialismo y subordinación en Nabarra (6)

El problema Nabarro
Joxe Iraurgi. Lekeitio, Nabarra


Entre los reyes católicos y Hitler yo no veo ninguna diferencia (…) Todos los Estados colonialistas como son España, Francia (…) se han emperrado en decir: o aceptas, o te aniquilamos, eso es el colonialismo” Jon Oria Oses. Escultor y escritor de Lizarra (Nabarra)
El problema Nabarro: Este es el dilema que se le plantea a todo colonizado y que toma conciencia de ello. En ese instante todos los referentes que el imperialismo y sus colaboradores autóctonos nos han imbuido en el tiempo, se vienen abajo, es cuando el sentido de la “LIBERTAD”alcanza su pleno valor y prioridad ante todo.Todos los principios emanados del abertzalismo tales como el “Zazpiak bat” término mítico sin base histórica basada en un provincialismo impuesto por el imperialismo franco-español-vaticanista con el objetivo exclusivo de dividir. El problema vasco como icono de rivindicaciones sin más base ni evolución que los principios emanados por Sabino Arana hace cien años además del analfabetismo histórico potenciado en base a la negación de lo que fuimos, esto ha producido un caldo de cultivo donde la confusión es ley.
La potenciación de los mitos y dogmas, solo se entiende desde la perspectiva de una clase dirigente totalmente no solo colonizada sino lo que es peor estar bajo el influjo del “síndrome del ocupado”, solo así es comprensible que en el abertzalismo llamado de derechas todavía tengamos que escuchar la cantinela de: “vamos haciendo pais arrancando competencias gradualmente al estado” ó en el abertzalismo llamado de izquierda eso de:” vamos a conseguir la autodeterminación y crear un estado progresista y socialista “ a estos últimos solo les falta decir además “REVOLUCIONARIO”.
Ya lo escribí en otra ocasión, el abertzalismo hoy es la mejor garantia para los estados de España y Francia de seguir perteneciendo a los mismos, si han pasado cuarenta años y no hemos avanzado nada en el camino de la recuperación de nuestra soberania, por el camino que vamos, pasarán otros cincuenta años y lo único que se habra conseguido es. el estar más integrados en España y Francia y así haberse diluido el pueblo más viejo de Europa.

Mientras el abertzalismo no tenga conciencia de que nuestro pueblo es una colonia de España y Francia, toda la casta politica que nos “representa” seguirá montando sus reinos de Taifas, provocando divisiones artificiales tan beneficiosas para el imperialismo franco-español-vaticanista. El proceso degenerativo institucional es de tal calibre que en algún momento ese pueblo al que dicen defender, tome conciencia real de todo el engaño y la farsa al cual ha estado sometido,.Como hay pueblo llegará el dia que se sentirá sujeto político nabarro, tomará cartas en el asunto y exigira responsabilidades.

Si queremos sobrevivir y desarrollarnos como pueblo en plena armonía con nuestros vecinos y el resto de pueblos del mundo y aportando, no hay otro camino que el de la recuperaración de la “SOBERANIA” sobre la territorialidad del Estado Baskón de Nabarra, único referente real no mítico ni dogmático y que choca frontalmente con toda la impostura de los tres estados más absolutistas y genocidas de Europa. Debemos de hacer nuestro este principio y gran referente como es: SOMOS NABARROS PORQUE SOMOS VASCOS, Y SOMOS VASCOS PORQUE SOMOS NABARROS.

NABARRA ES UNA COLONIA ESPAÑOLA Y FRANCESA

Sunday, January 23, 2011

Colonialismo y subordinación en Nabarra (5)

Confusión en los conceptos I. Soberanía
Ioannes Asmaberriatua. Naiara, Nabarra.


"La soberanía es un concepto clave en la sociedad política. Las premisas de que la soberanía por naturaleza no puede ser compartida y que sin soberanía no hay democracia, nos ponen en la pista de su verdadero significado". Tomás Urzainqui, Soberanía o subordinación.

 Abrimos una nueva seccion dentro de la teoría, empujados más que nada por la necesidad que hay de aclarar conceptos con los que tanto el imperialismo, como los agentes "políticos" abertzales intentan confundir al pueblo. Se usan palabras serias, tales como soberanía o autodeterminación, como si fueran meros trámites, cuando en realidad no son sino el ejercicio pleno de todo un pueblo, y no en las urnas, sino en la política de verdad: la relación de fuerzas.

Muchas veces el autor o los fieles colaboradores de este blog parecemos abusar de las comillas, en términos especialmente trascendentes. No es para menos: no queremos mentir a nadie. Hoy nos ocuparemos de un breve pero -esperemos- clarificador análisis sobre el concepto de "soberanía".

Empecemos desmintiendo algunas definiciones que se nos han dado desde las esferas del poder: la soberanía, ni se comparte, ni se vota, ni nos la va a reconocer el imperio, ni se consigue con unas transferencias; la soberanía se ejerce.

No se comparte porque la soberanía "es una voluntad que no es, ni puede ser jamás, mandada por otra voluntad" (Tomás Urzainqui, Soberanía o subordinación). Si una voluntad es mandada por otra, eso es subordinación. Adivine el lector cual es nuestra situación actual. Pienso que, si tuvieramos la capacidad de compartir políticas con España desde la soberanía, eso sería en el caso de que tuvieramos otro estado, y tuvieramos, por ejemplo, un tratado con ellos sobre las aguas del golfo de Bizkaia. Pero ni el estatuto más flexible que salga de las cortes de Madrid nos dará una verdadera "soberanía compartida".

Votar no es ser soberano, ni votando se consigue la soberanía. La soberanía se ejerce, y tras ello pueden venir las votaciones, o lo que venga. Que un pueblo vote si quiere ser libre, mientras las fuerzas del estado ocupante tutelan el colegio electoral, no es ni pedir ni ejercer la soberanía, sino caer en la eterna trampa del engaño.

Ni España ni Francia van a reconocer ninguna soberanía, en sus territorios, que no sea la suya. Esto sería reconocer que hay otro poder que no es el suyo. Es como si Francia dijera que ella manda en Gipuzkoa, y España le reconociera este poder. La soberanía es el poder que un pueblo ejerce sobre un territorio.

Como hemos empezado con una frase de Tomás Urzainqui, acabaremos también citandole a el: "Las soberanías se comunican entre si de igual a igual, no admiten relación desigual, pues entonces una de ellas dejaría de ser soberana".

NABARRA ES UNA COLONIA ESPAÑOLA Y FRANCESA