Wednesday, January 26, 2011

Colonialismo y subordinación en Nabarra (6)

El problema Nabarro
Joxe Iraurgi. Lekeitio, Nabarra


Entre los reyes católicos y Hitler yo no veo ninguna diferencia (…) Todos los Estados colonialistas como son España, Francia (…) se han emperrado en decir: o aceptas, o te aniquilamos, eso es el colonialismo” Jon Oria Oses. Escultor y escritor de Lizarra (Nabarra)
El problema Nabarro: Este es el dilema que se le plantea a todo colonizado y que toma conciencia de ello. En ese instante todos los referentes que el imperialismo y sus colaboradores autóctonos nos han imbuido en el tiempo, se vienen abajo, es cuando el sentido de la “LIBERTAD”alcanza su pleno valor y prioridad ante todo.Todos los principios emanados del abertzalismo tales como el “Zazpiak bat” término mítico sin base histórica basada en un provincialismo impuesto por el imperialismo franco-español-vaticanista con el objetivo exclusivo de dividir. El problema vasco como icono de rivindicaciones sin más base ni evolución que los principios emanados por Sabino Arana hace cien años además del analfabetismo histórico potenciado en base a la negación de lo que fuimos, esto ha producido un caldo de cultivo donde la confusión es ley.
La potenciación de los mitos y dogmas, solo se entiende desde la perspectiva de una clase dirigente totalmente no solo colonizada sino lo que es peor estar bajo el influjo del “síndrome del ocupado”, solo así es comprensible que en el abertzalismo llamado de derechas todavía tengamos que escuchar la cantinela de: “vamos haciendo pais arrancando competencias gradualmente al estado” ó en el abertzalismo llamado de izquierda eso de:” vamos a conseguir la autodeterminación y crear un estado progresista y socialista “ a estos últimos solo les falta decir además “REVOLUCIONARIO”.
Ya lo escribí en otra ocasión, el abertzalismo hoy es la mejor garantia para los estados de España y Francia de seguir perteneciendo a los mismos, si han pasado cuarenta años y no hemos avanzado nada en el camino de la recuperación de nuestra soberania, por el camino que vamos, pasarán otros cincuenta años y lo único que se habra conseguido es. el estar más integrados en España y Francia y así haberse diluido el pueblo más viejo de Europa.

Mientras el abertzalismo no tenga conciencia de que nuestro pueblo es una colonia de España y Francia, toda la casta politica que nos “representa” seguirá montando sus reinos de Taifas, provocando divisiones artificiales tan beneficiosas para el imperialismo franco-español-vaticanista. El proceso degenerativo institucional es de tal calibre que en algún momento ese pueblo al que dicen defender, tome conciencia real de todo el engaño y la farsa al cual ha estado sometido,.Como hay pueblo llegará el dia que se sentirá sujeto político nabarro, tomará cartas en el asunto y exigira responsabilidades.

Si queremos sobrevivir y desarrollarnos como pueblo en plena armonía con nuestros vecinos y el resto de pueblos del mundo y aportando, no hay otro camino que el de la recuperaración de la “SOBERANIA” sobre la territorialidad del Estado Baskón de Nabarra, único referente real no mítico ni dogmático y que choca frontalmente con toda la impostura de los tres estados más absolutistas y genocidas de Europa. Debemos de hacer nuestro este principio y gran referente como es: SOMOS NABARROS PORQUE SOMOS VASCOS, Y SOMOS VASCOS PORQUE SOMOS NABARROS.

NABARRA ES UNA COLONIA ESPAÑOLA Y FRANCESA

Sunday, January 23, 2011

Colonialismo y subordinación en Nabarra (5)

Confusión en los conceptos I. Soberanía
Ioannes Asmaberriatua. Naiara, Nabarra.


"La soberanía es un concepto clave en la sociedad política. Las premisas de que la soberanía por naturaleza no puede ser compartida y que sin soberanía no hay democracia, nos ponen en la pista de su verdadero significado". Tomás Urzainqui, Soberanía o subordinación.

 Abrimos una nueva seccion dentro de la teoría, empujados más que nada por la necesidad que hay de aclarar conceptos con los que tanto el imperialismo, como los agentes "políticos" abertzales intentan confundir al pueblo. Se usan palabras serias, tales como soberanía o autodeterminación, como si fueran meros trámites, cuando en realidad no son sino el ejercicio pleno de todo un pueblo, y no en las urnas, sino en la política de verdad: la relación de fuerzas.

Muchas veces el autor o los fieles colaboradores de este blog parecemos abusar de las comillas, en términos especialmente trascendentes. No es para menos: no queremos mentir a nadie. Hoy nos ocuparemos de un breve pero -esperemos- clarificador análisis sobre el concepto de "soberanía".

Empecemos desmintiendo algunas definiciones que se nos han dado desde las esferas del poder: la soberanía, ni se comparte, ni se vota, ni nos la va a reconocer el imperio, ni se consigue con unas transferencias; la soberanía se ejerce.

No se comparte porque la soberanía "es una voluntad que no es, ni puede ser jamás, mandada por otra voluntad" (Tomás Urzainqui, Soberanía o subordinación). Si una voluntad es mandada por otra, eso es subordinación. Adivine el lector cual es nuestra situación actual. Pienso que, si tuvieramos la capacidad de compartir políticas con España desde la soberanía, eso sería en el caso de que tuvieramos otro estado, y tuvieramos, por ejemplo, un tratado con ellos sobre las aguas del golfo de Bizkaia. Pero ni el estatuto más flexible que salga de las cortes de Madrid nos dará una verdadera "soberanía compartida".

Votar no es ser soberano, ni votando se consigue la soberanía. La soberanía se ejerce, y tras ello pueden venir las votaciones, o lo que venga. Que un pueblo vote si quiere ser libre, mientras las fuerzas del estado ocupante tutelan el colegio electoral, no es ni pedir ni ejercer la soberanía, sino caer en la eterna trampa del engaño.

Ni España ni Francia van a reconocer ninguna soberanía, en sus territorios, que no sea la suya. Esto sería reconocer que hay otro poder que no es el suyo. Es como si Francia dijera que ella manda en Gipuzkoa, y España le reconociera este poder. La soberanía es el poder que un pueblo ejerce sobre un territorio.

Como hemos empezado con una frase de Tomás Urzainqui, acabaremos también citandole a el: "Las soberanías se comunican entre si de igual a igual, no admiten relación desigual, pues entonces una de ellas dejaría de ser soberana".

NABARRA ES UNA COLONIA ESPAÑOLA Y FRANCESA

Friday, January 21, 2011

Colonialismo y subordinación en Nabarra (4)

Huida hacia ninguna parte
Joxe Iraurgi. Lekeitio, Nabarra

"...solamente quienes pretenden que el pueblo vasco abandone "por el momento" sus exigencias autonómicas, solamente quienes subordinan la revolución democrática peninsular a los prejuicios y los objetivos del nacionalismo imperialista pueden pues criticar como "excesiva" la política nacional que defendemos."  Landeya, 1965

Huida hacia ninguna parte: Parece que es la constante de la clase política llamada abertzale, en su miopia producida por la colonización se aferran al clavo ardiendo del imperialismo decadente y sin futuro, hablan de soberanias, autodeterminaciones e independencias, tengo la negativa sensación de que no saben el significado de los términos, evidentemente que algunos si lo saben. La desgracia es que a estos últimos el rollito les va muy bien y mientras puedan no van a modificar un ápice en su estrategia infernal para con el pueblo que dicen defender pero que no creen en él.ni nunca han creido, y mientras el imperialismo está muy cómodo aplicando la estrategia del juego cínico de “al gato y al ratón.”

Hago mio este párrafo extraido del libro “NABARRA Reflexiones de un patriota” escrito por nuestro compatriota y estatalista nabarro Iñigo Saldise: El panorama político existente en este País, es ciertamente caótico o totalmente desalentador. Todos los agentes políticos existentes, que participan o quieren participar en las instituciones impuestas en Nabarra por las metrópolis imperialistas española y francesa, han perdido la única referencia Estatal propia que hemos poseído los vascones libres o nabarros a lo largo de nuestra historia. ¿Triste? sí, pero palpable e indubitablemente esto es debido a la incesante y clara colonización ejercida desde las metrópolis imperialistas, española y francesa. Dichos agentes o partidos políticos si lo preferimos, que andan como locos por entrar en las instituciones impuestas en este País, se aferran a unas normas y constituciones impuestas, desde la cuales incluso creen posible poder alcanzar la independencia. Esto les ha llevado a asimilar unas fronteras irreales, falsas e imaginarias, que son materialmente imposiciones realizadas por los estados dominadores que nos someten a los nabarros. Las ansias de adquirir cotas de poder, eso si, un poder supeditado al mandato de las metrópolis, les ha llevado incluso aún enfrentamiento constante, encarnizado y bestial, en defensa de sus pequeños cortijos, solo uniéndose especialmente contra los auténticos patriotas nabarros, haciendo así de forma muy efectiva, el trabajo sucio a la aplastante maquinaria esclavista proveniente de Madrid y Paris.

Las metrópolis española y francesa, se ocultan tras un denominado y supuesto estado de derecho, ciertamente impuesto a través del aparente juego democrático y sustentado mediante la implantación de unas urnas, bien españolas y/o bien francesas, que tratan exclusivamente la legitimación de sus antidemocráticas constituciones, colocadas de forma draconiana en Nabarra, tras numerosas invasiones, conquistas con genocidio y colonización.

NABARRA ES UNA COLONIA ESPAÑOLA Y FRANCESA

Tuesday, January 18, 2011

Práctica como contrapunto (1)

Seis grandes estatalistas nabarros

Aitzol Altuna Enzunza. Donostia, Nabarra



El gran historiador artajonés Jimeno Jurio (1927-2002) en Irujo Etxea Elkartea de Estella decía: “Un pueblo sin memoria histórica, sin información, sin conocer sus propios valores, su identidad, es campo muy apto para una colonización. ¿Esto sigue vigente en la Navarra actual? ¡Claro! Para mí es una verdad, una realidad: el pueblo que desconoce su pasado, los rasgos fundamentales de su personalidad, es una marioneta que cualquiera puede manejar a su antojo” Anuario Irujo Etxea Elkartea 2001.


Nuestro segundo gran estatalista nabarro es precisamente el abogado Manuel de Irujo (Estella 1891-Pamplona 1981), el cual estudió en el colegio de jesuitas de Orduña como Sabino Arana, fundador del nacionalismo vasco. El padre de Manuel, Daniel Irujo Urra, también abogado, ejerció la defensa y logró la libertad de Sabino Arana Goiri, encarcelado por felicitar al presidente estadounidense por la libertad de Cuba en 1898, isla donde los españoles mantenían 300.000 hombres y mujeres negros como esclavos. Manuel de Irujo, siendo un militante destacado del Partido nacionalista vasco (Pnv) fundado por el propio Sabino Arana, en un mitin en 1934 en Tolosa (Gipuzkoa) dijo: “Hoy, sólo hay un camino para conseguir la soberanía de la gran Euzkadi: ¡Nabarra!”. Irujo escribía “Nabarra” con “b” al hacer referencia al Estado baskón, como antes hicieron otros grandes historiadores.

En 1940 en Londres, en plena Segunda Guerra Mundial, el Consejo Nacional Vasco presidido precisamente por Manuel de Irujo, redactó un anteproyecto de Constitución, Arantzazu Amezaga en Noticias de Navarra en enero del 2011 comentaba al respecto:
Escribió [Manuel de Irujo] la Constitución basado en las condiciones que una vez nos hicieron Reino de Navarra. Recurre al Fuero para la conciliación social y política, más adelantada, en su momento, que la Carta Magna inglesa, a quien muchos consideran un avance de las actuales libertades políticas europeas. Encuentra leyes concordantes a la dignidad humana. La frase que los Reyes de Navarra escuchaban el día de su coronación debiera ser escuchada hoy por algunos de nuestros representantes: Nos, que cada uno vale tanto como tú, y todos más que tú…”

La misma Aranzazu comentaba en diciembre en el periódico DEIA en otro artículo: “Este… fuero… confirmo a vos… habitantes de Estella… como a vuestra posteridad… que lo mantengan sano, digno, libre y franco por los siglos de los siglos…, encomienda el Fuero otorgado a Estella, la Lizarra vascónica, por el rey de Navarra, Sancho el Sabio, en 1164. Contiene derechos tales como apelación ante los jueces, garantía de juicio, votar o ser elegido a las magistraturas de la ciudad, autonomía de credos, no contempla la pena de muerte y registra derechos de igualdad a la mujer. Anterior en 600 años a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, en Francia [durante la Revolución Francesa de 1789], apura esos conceptos más que la Carta Magna inglesa, sancionada por el rey Juan en 1215, y señalada como antecedente de los modernos logros políticos. Los derechos individuales y colectivos se establecen desde esos documentos fundamentales en la Europa Occidental”.

El tercer gran estatalista nabarro que vamos a mencionar es el bizkaino Federico Krutwig (Getxo 1921-Bilbao 1998), el cual firmaba como Fernando Sarrailh de Ihartza en 1979 su libro “Vasconia”, donde decía sobre Irujo: “Todo buen vizcaíno, guipuzcoano, riojano, etc., que se diga nacionalista debería sentirse navarro y desear la restauración de este Estado, en forma de República Vasca, tal y como promulgaba Irujo durante el exilio en Londres”.

Krutwig e Irujo delimitaron la territorialidad de nuestro Estado, el primero en el libro mencionado y el segundo en esta Constitución nacional de 1940 en su artículo 5º donde declara como unidad territorial del Estado vasco el del reino histórico de Nabarra: "(…) Sus límites son: al Norte los Pirineos y el Golfo de Vizcaya; al Este el río Gallego; al Sur el Ebro hasta Gallur y la divisoria de las aguas entre las cuencas del Ebro y Duero a partir de Moncayo en toda la extensión de ambas vertientes; y al oeste el Cabo de Ajo (Peña Cantabria)".

Una Constitución sólo es sostenible por un Estado, por eso la Constitución de Londres de 1940 en su Artículo 1 decía: "Euzkadi, la Nación Vasca, se constituye en Estado, bajo el régimen de República Democrática". Irujo hacía descender por tanto el neologismo Euzkadi de reciente cuño, del histórico de Nabarra en contra del “zazpiak bat” de Antoine Thompson d´Abbadie (Dublin 1810-París 1897), sabiendo que un Estado vasco no podía ignorar la historia de sus mayores sino engarzarse con ésta.

Sin embargo, otras declaraciones de Manuel de Irujo seguían una línea sotista o regionalista española como en este testimonio dirigido al gobierno de la República española en plena guerra tras el alzamiento del ejército español en 1936: “Yo, señor, no le pediré la independencia…si en cambio el estatuto”.

Se trataba de un estatuto o leyes de adecuación al Estado español tras la pérdida foral que debían de ser aprobadas por las Cortes españolas, no eran unas leyes asentadas en el pueblo vasco soberano, por tanto condicionadas a los mandatarios españoles y a sus intereses, revocable unilateralmente. Los Fueros, las leyes que sobrevivieron a la invasión castellano-española del reino de Nabarra, tenían una fuerte raigambre en el pueblo nabarro, el cual no dudó en alzarse repetidamente en “matxinadas” ante los constantes incumplimientos de las mismas por los reyes españoles, llegando incluso a varias guerras para defenderlos.

Siguiendo esta contradicción, Irujo fue diputado y ministro español del gobierno de la República Española sin cartera durante casi dos años aunque con responsabilidad de reinstaurar la justicia en el territorio republicano, para ser después ministro del gobierno republicano española en el exilio (1945-1947): "Soy el precio del Estatuto" declaraba.

Las resistencia ciudadana al golpe de Estado de 1936, llevó a una guerra abierta entre los fascistas españoles apoyados por el ejército y la población española partidaria de seguir con el modelo republicano (ambos igual de totalitarios, pues ambos negaron el pueblo vasco como sujeto político y la restitución del invadido reino de Nabarra, el imperialismo es especie de totalitarismo), lo que hizo que en la praxis se constituyera un verdadero Estado vasco sobre un territorio muy reducido (Bizkaia y Legutiano en Alaba) sin que mediara una intencionalidad inicial ni una estrategia concreta por parte de sus dirigentes, Estado vasco que no derivaba de la “(i)legalidad” republicana, sino del poder demostrado por el pueblo vasco para defender un territorio en manos de los gudaris vascos, sus milicias populares.

El cuarto estatalista nabarro lo explicaba así en la Revista “Punto y Hora” 1979 VI 14/21, se trata del bergarés Telésforo Monzón (Bergara 1904-Baiona 1981): “El Estatuto del 1936…yo no lo he conocido nunca. Puedo decir que he sido ministro de la Gobernación del Gobierno Vasco…y no he abierto el Estatuto (creo que justamente lo ojeé el primer día por la mañana). Ese Estatuto no se puso en la práctica jamás. Fue un auténtico fantasma. No existió tal Estatuto. Lo que ha existido es un Estado Vasco soberano. Eso sí. Eso se toca. Tiene carne, tiene espíritu, tiene alma, tiene sangre. Un Estado Vasco. Duró 9 meses…Fue un Estado independiente. Eso no me lo he inventado yo. ¿Tuvimos ejército o no tuvimos ejército? ¿De quién dependía el ejército? Dependía del Ministerio de Defensa, que era J. A. Agirre, y el Gobierno vasco ¿o dependía de Madrid? ¿Quién lo formó? ¿Quién lo hizo? ¿Y en qué artículo del Estatuto del 36 figuran esas competencias?...La moneda acuñada por nosotros mismos, los pasaportes con los que hemos viajado por todas partes del mundo, ¿en qué artículo del Estatuto está eso?”

Telésforo Monzón entendió perfectamente lo que era un Estado y el papel mojado que era un estatuto, así como la necesidad de retomar el Estado anterior de los vascos, aquél con el que fuimos libres durante 1.000 años, por ello recuperó el símbolo del “arrano beltza” que creía era la primera bandera de Nabarra y no lo que es, el sello personal de nuestro Jefe de Estado Sancho VII el Fuerte (1194-1234) que no pudo defender la Nabarra Occidental ante la superioridad militar de los castellano-españoles.

Pero entre los grandes estatalistas nabarros, contamos con la suerte de poder aprender de las enseñanzas de varios de ellos aún vivos, como Kepa Anabitarte y Jon Oria.

El sindicato ELA/STV durante la dictadura fascista española, tenía una representación en el exterior y una actividad real interior que no comulgaban, lo que le llevó a crear una ELA-Berri con Kepa Anabitarte a la cabeza, que después se llamaría ELA-Askatuta. Tras los encuentros en Baiona entre el interior y el exterior a finales de la dictadura española (éstos últimos encabezados por Manuel Robles Aranguíz, Gogorra y el miembro histórico del Pnv Uzturre), quedó de nuevo unida ELA venciendo las ideas del exterior de integración en el sistema español y la lucha por la mayor cuota de autonomismo en temas laborales, quedando fuera hasta nuestros días los patriotas irredentos de ELA-Askatatuta. Los miembros de ELA-Askatuta eran los conocidos como los “Eladios”, por ser esta la firma del presidente de ELA en la clandestinidad, el mencionado Kepa Anabitarte.

Kepa contó con una beca en París del Gobierno Vasco en el exilio donde recibió largas lecciones del Lehendakari Agirre, estando presente el mismo día de su extraño fallecimiento. El propio Kepa Anabitarte comenta en varias charlas y entrevistas concedidas en el 2010 por el 50 aniversario de la muerte del primer Lehendakari (www.osoa.net), cómo Agirre tenía claro que a él fue el pueblo vasco el que le hizo Lehendakari y no un presidente español o una República española, por eso se negó en formar parte del Gobierno español en el exilio, abriendo a su muerte una nueva fase de colaboracionismo con el poder español que niega el poder del propio, el del pueblo vasco, por lo que podemos afirmar que José Antonio Agirre fue el primer y único Lehendakari o Jefe de Estado de Euskadi, un proyecto de Estado vasco que duró realmente 9 meses, sobre un proyecto elaborado a finales del siglo XIX por Sabino Arana, después sólo quedó el nombre (incluso los ministros pasaron a llamarse, significativamente, “consejeros”, es decir, gente sin poder real que da consejos).

Desde la clandestinidad, ELA-Askatuta reclamaba desde su órgano de difusión llamado “Lan Deiak” lo que en el momento se llamó la “autonomía inmediata”; sólo la autonomía conseguida mediante el uso del poder del pueblo vasco se puede sostener pues se puede defender, la autonomía concedida y tutelada por Estados totalitarios como el español o francés no sirve para nada, pues lo que te dan te lo quitan y uno no tiene cómo defenderlo pues no está siquiera prevista esta circunstancia (entre iguales, la ruptura de un pacto es una guerra). La autonomía plena sólo podría ser por tanto la antesala de la recuperación del Estado vasco, objetivo que aunque subyacente, tendría que haber sido el propuesto por ELA-Askatuta.

Kepa Anabitarte, gipuzkoano y estatalista nabarro convencido, lo sigue teniendo muy claro desde su militancia en Orreaga Iritzi Taldea: “El problema nacional es el primer problema social y el primer problema social es el problema nacional”.

El último gran estatalista nabarro vivo que vamos a mencionar es el estellés Jon Oria Oses, quien en 1994 escribió su libro “Navarra es una colonia Española y Francesa”: “Desde la perspectiva del siglo XX y contando ya varios siglos para enjuiciar los sucesos que precipitaron el total desmantelamiento del Reino de Navarra en el siglo XVI en el momento en que empezaban a delinearse los nuevos nacionalismos en grandes bloques, resulta ridículo pretender ignorar el expansionismo colonialista de España y de Francia y su determinación por hacernos desaparecer como entidad histórica (…) Navarra quería continuar siendo Navarra y nada más”.

El 8 de diciembre del pasado año 2010, se le hizo una entrevista a este escritor en la radio “Hala Bedi Irratia” en el programa nafarzale llamado “Hordago Nabarra”, en la cual se le preguntó: “En lo referente a tu obra, hace tiempo escribiste un libro titulado Navarra es una colonia española y francesa. ¿Así de claro?”, respondió el estellés: “Así de claro. Salió de la pluma, no cambié ni punto ni coma (…) Entre los reyes católicos y Hitler yo no veo ninguna diferencia (…) Todos los Estados colonialistas como son España, Francia (…) se han emperrado en decir: o aceptas, o te aniquilamos, eso es el colonialismo” http://arielxxi.blogspot.com/2011/01/colonialismo-y-subordinacion-en-nabarra.html

Para finalizar con estos 6 grandes políticos estatalistas nabarros, una frase profética de Federico Krutwig en el mencionado libro sobre Baskonia, de la que es hija y sucesora el reino de Nabarra: “Es muy de lamentar que [no siguiéramos] esta visión que seguramente nos hubiera llevado hace tiempo a la independencia vasca (…).”

 


Colonialismo y subordinación en Nabarra (3)


Un pueblo domado

Ioannes Asmaberriatua. Naiara, Nabarra, 2011

Los que pretendiendose dirigentes políticos o intelectuales de los pueblos preconizan apacibles vías alternativas, basadas en el diálogo y en la persuasión, no son sino embaucadores al servicio de los poderes dominantes” Joseba Ariznabarreta, Pueblo y poder

Comencemos por un slogan que últimamente usan mucho los llamados “agentes políticos abertzales”: el de que los partidos “españolistas” (y aquí nos referiremos únicamente a los denominados “constitucionalistas”, sin entrar a considerar si un partido que toma parte en el sistema español es españolista por definición) perderían mucho si se abriera una nueva etapa política. Parece que se verían obligados a ceder en muchas cosas. ¿Seguro? Veamos.

En la actual coyuntura de las cosas, con el pueblo totalmente aplastado por un estado extranjero, miles de presos a kilómetros de sus casas, con un cupo que desde hace siglos nos impone el estado, en definitiva, en una clara situación de colonialismo Y ADEMÁS, con varios de los partidos que hasta ahora en teoría le seguían plantando cara a este estado, y que ahora se comprometen a dejar de usar cualquier tipo de violencia, en la actual coyuntura, digo: si consiguen que además haya “paz”, entonces no perderían mucho, sino que ganarían muchísimo.

Están domando a los partidos políticos poco a poco, y estos en vez de avisar al pueblo y hacerle saber del peligro que corre, lo engañan más aún, convirtiendose complices de este engaño, de esta traición, convirtiéndose en meros colaboradores del imperio. Porque saben bien, que si toman esa vía de acatar las leyes españolas (empezando por la de partidos), y no me valen esas declaraciones de que se harán actos de desobediencia (pues esta debe ser masiva, popular, y totalmente coordinada y con una única determinación: ganar), entonces, acabarán acatando el orden español.

He aquí uno de los ejemplos más claros de violencia ideológica: la autodenominada “izquierda abertzale”, con una escisión del PNV y otra de IU planteando soluciones “soberanistas” (mentira) y de “izquierda” (mentira), y agachándose para recibir la bendición de las audiencias reales del imperio; el propio PNV, desde hace ochenta años, y sobre todo en los últimos treinta y cinco, sumido en el más defensivo de los reformismos; Aralar, Hamaika bat, todos a la deriva... En dos palabras: división, asunción de ideologías extranjeras (introducidas por agentes colonizadores), renuncia a la soberanía (sí, sí...).

No sirve en el proceso de liberacion ningún precepto que condicione nuestra libertad. El que sea de verdad soberanista, que se aplique el cuento y comience a trabajar para ejercerla. Quienes condicionan la libertad (todos: católicos, cristianos, leninistas, maoistas, marxistas, troskistas, stalinistas, luteranos, calvinistas, anabaptistas, libertinos, anarquistas, socialistas, comunistas...) son agentes colonizadores. La única condición de la libertad es la propia libertad.

NABARRA ES UNA COLONIA ESPAÑOLA Y FRANCESA


Monday, January 17, 2011

Colonialismo y subordinación en Nabarra (2)

La falta de estrategia política

Albret'tarra. Pau, Nabarra, 2011

Las demostraciones de que esto es una realidad tangible en Nabarra es constante en todos los órdenes de la vida, y que además somos una sociedad de esclavos
inconscientemente. En esta constante los más colonizados son la clase politica y sindical abertzale, como siempre lo mejor es reflejar ejemplos de lo que digo.

Hace algunos dias me encontré con un compatriota conocido, y como yo consciente de que estábamos colonizados, me contó lo siguiente: El habia acudido a una conferencia en un municipio importande de nuestro territorio, el contenido era la presentación del texto por parte de los partidos firmantes del acuerdo de Gernika, me comentaba que después de un largo tiempo contando las bondades del acuerdo ante un auditorio bastante perplejo por el protagonismo de ciertos contertulios de mesa, en el turno de preguntas, un compatriota pidió la palabra para preguntar lo siguiente: ¿TIENEN CONCIENCIA LOS PARTIDOS ABERTZALES DE QUE NUESTRO PAIS ES UNA COLONIA DE ESPAÑA Y FRANCIA? Ante las sonrrisas cómplices del personal oyente, los integrantes de la mesa se miraban unos a otros sin acertar a dar una respuesta, después de un lapsus bastante prolongado, uno de ellos le preguntó al compatriota ¿haber qué queria decir con esa pregunta? La respuesta del compatriota fue determinante, “SI VOSOTROS LOS POLÍTICOS NO TENEIS CLARO QUE SOMOS UNA COLONIA DE ESPAÑA Y FRANCIA, ES IMPOSIBLE QUE CONSIGAIS LA LIBERTAD DEL PAIS QUE DECIS DEFENDER”. La presentación debió terminar aceleradamente.

Esta es la cuestión de base, todas las estrategias que presenta el abertzalismo son totalmente falsas caen por su propio peso, no tienen ninguna referencia, todo se basa en “mitos y dogmas” con el fin de que una casta de energúmenos más bien degenerados en mercenarios puros, vivir gestionando las sobras que el imperialismo franco-español-vaticanista les tolere, y mientras otros cuarenta años de pan y circo.

NABARRA ES UNA COLONIA ESPAÑOLA Y FRANCESA

Colonialismo y subordinación en Nabarra (1)

Obra de Jon Oria

Ioannes Asmaberriatua. Naiara, Nabarra, 2011

Para comenzar a hablar sobre la triste situación que atraviesa desde hace siglos nuestra patria Nabarra, qué mejor que traer a colación una de las obras más impactantes de un autor que todo lo ha dado por Nabarra. Nos referimos a Jon Oria, quien en 1981 defendió su tesis sobre el “Misticismo en la obra de Margarita de Navarra”, en Londres. Su libro “Navarra es una colonia Española y Francesa”, editada en el 1994 por Mintzoa, nos pone alerta ya desde el título.

Las perspectivas se cumplen desde la primera página. Cuando vamos avanzando, leemos afirmaciones tan claras como: “Desde la perspectiva del siglo XX y contando ya varios siglos para enjuiciar los sucesos que precipitaron el total desmantelamiento del Reino de Navarra en el siglo XVI en el momento en que empezaban a delinearse los nuevos nacionalismos en grandes bloques, resulta ridículo pretender ignorar el expansionismo colonialista de España y de Francia y su determinación por hacernos desaparecer como entidad histórica [...] Navarra quería continuar siendo Navarra y nada más, creando un entorno histórico de leyes y tradiciones análogas, como en parte se materializó en la unión de Navarra-Béarn-Foix con el matrimonio de Catalina de Foix y Juan III”. Navarra es, en efecto, una colonia española y francesa; así se puede entender el presente conflicto correctamente, y en los siguientes artículos trataremos de aclarar algunos aspectos de este colonialismo.

El 8 de diciembre del ya pasado año 2010, se le hizo una entrevista a este escritor en el programa de Hala Bedi Irratia llamado Hordago Nabarra, en la cual se le preguntó por este libro. A la pregunta “En lo referente a tu obra, hace tiempo escribiste un libro titulado Navarra es una colonia española y Francesa. ¿Así de claro?”, respondió el estellés: “Así de claro. Salió de la pluma, no cambié ni punto ni coma.” Aunque recomendamos encarecidamente oír la entrevista en el archivo “Hordago 16 08/12” del podcast del programa estatalista, he aquí algunos extractos de lo que dijo en respuesta a esa misma pregunta: “Entre los reyes católicos y Hitler yo no veo ninguna diferencia [...] Simplemente suprimir aquello que se les oponía [...] porque Navarra siempre acogía a aquellos que se veían perseguidos, incluso Calvino” “Todos los estados colonialistas como son España, Francia, Holanda e Ingalterra hasta cierto punto también, porque en esto no son democráticos, se han emperrado en decir: o aceptas, o te aniquilamos, eso es el colonialismo”.

El conflicto que hoy vivimos en este país viene en realidad de lejos; lleva tanto tiempo sobre nosotros, como largo es el tiempo que llevamos subordinados a la soberanía de Francia y España. ¿Por qué negar esto? Las metrópolis nos niegan este estado, nos niegan la historia de la estatalidad de los baskones, Nabarra; pero también lo hacen los políticos que pretenden ser los liberadores de este país, autodenominados “abertzales”, “nacionalistas” o “jelkides”. Consciente o inconscientemente, tratan de quedar bien e inspirar confianza en las metrópolis, sin darse cuenta que ellos no son otra cosa que enemigos.

Todo esto se debe, tristemente, a la violencia que el estado colonizador ejerce sobre nosotros. Violencia ideológica, violencia económica, violencia política... todo tipo de violencia entremezcladas indivisiblemente (si no analíticamente), entramado en el cual nosotros vemos a nuestra sociedad sumida. Lo peor es que la propia sociedad no es consciente de esta situación, pero esto es algo que sigue la propia lógica colonialista. La metrópolis toma una postura paternalista que el colonizado asume sin ningún problema; así, este cree que sin el colonizador no tiene nada que hacer: seguir viviendo en este mundo cada vez más pequeño, mantener su actividad económica, incluso llevar a cabo el propio proceso de liberación... No erran quienes dicen que sufrimos una violenta colonización mental.

NABARRA ES UNA COLONIA ESPAÑOLA Y FRANCESA.